El programa “Gestión Inclusiva del Riesgo de Desastres y Discapacidad”, desarrollado por la ONG Inclusiva en la región de Valparaíso, representa un esfuerzo innovador para integrar la perspectiva de discapacidad en la planificación y gestión del riesgo de desastres. Este proyecto, financiado por el Gobierno Regional de Valparaíso, no solo busca proteger los derechos de las personas con discapacidad, sino también fortalecer la resiliencia comunitaria frente a emergencias.
Uno de los aspectos más destacados del programa es su enfoque en la capacitación inclusiva, alcanzando a más de 1.800 personas, entre las que se incluyen funcionarios públicos, personal de emergencia, líderes comunitarios y cuidadores. Los cursos ofrecidos abarcaron desde la creación de planes comunales inclusivos hasta estrategias de atención en emergencias, superando ampliamente las metas iniciales y estableciendo un modelo educativo replicable.
La implementación de simulacros inclusivos, como los realizados en Valparaíso y otras comunas, marcó un precedente al incluir activamente a personas con discapacidad en ejercicios prácticos de evacuación. Estas actividades permitieron identificar barreras físicas y procedimentales, destacando la necesidad de mejoras en infraestructura y protocolos de respuesta. Además, generaron aprendizajes clave aplicables a nivel regional y nacional.
Un componente fundamental del programa fue el trabajo con cuidadoras de personas con discapacidad, un grupo a menudo invisibilizado en contextos de desastres. Las cuidadoras recibieron herramientas prácticas para enfrentar emergencias, lo que no solo mejoró su preparación, sino que también reconoció su rol crucial en la gestión del riesgo. Este enfoque refuerza la importancia de abordar las desigualdades de género y promover su participación activa en las políticas públicas.
En conclusión, la sistematización de este programa no solo documenta logros significativos, sino que también traza un camino hacia una gestión del riesgo más inclusiva y efectiva. Su metodología participativa y territorial, combinada con un enfoque técnico y normativo, lo convierte en un modelo inspirador para otras regiones, evidenciando que la inclusión es clave para construir sociedades resilientes